Muchas personas sólo entran en los cementerios si las circunstancias se lo exigen. Si eres una de ellas y te gustan el arte y la historia, quizá valga la pena hacer una excepción y entrar en el Cemitério da Consolação de São Paulo.
Es el cementerio en funcionamiento más antiguo de la ciudad y fue creado a mediados del siglo XIX, cuando comenzó a eliminarse la costumbre de enterrar a los muertos bajo el suelo de las iglesias. En el momento de su construcción se encontraba fuera de la ciudad, pues São Paulo todavía era pequeño y rural, y no la megalópolis que es actualmente.
Al principio, el cementerio recibía personas de toda clase y condición, pero en pocos años se convertiría en el lugar de reposo eterno de la élite paulistana. Aquí se encuentran enterrados personajes importantes de la historia de São Paulo y también de Brasil, que encargaban sus panteones y tumbas a los artistas más renombrados de la época. Gracias principalmente al cultivo de café, la economía de la ciudad crecía rápidamente, y las familias adineradas no escatimaban en gastos para ser recordadas con la magnificencia que habían alcanzado en vida.
Pasear por sus apretadas calles es como hacerlo por un museo, donde las obras de arte se suceden una detrás de otra. La variedad de estilos y los diversos orígenes de los enterrados nos recuerdan que estamos en São Paulo, ciudad construída por inmigrantes venidos de todo el mundo.