Un pastor caminaba con su rebaño por un campo de la actual Etiopía cuando observó unas cabras que después de comer los frutos de un arbusto se movían con mucha energía. Él mismo arrancó unos cuantos y los llevó a un monasterio cercano donde alguien los probó, y al no gustarle su sabor, los arrojó al fuego. El agradable aroma que despidieron al quemarse les concedió una segunda oportunidad en la que fueron tostados y mezclados con agua antes de ser consumidos. Según la leyenda, así nació el café.
Su uso se extendió primero por los países árabes, para pasar después a Europa y generalizarse por todo el mundo. Su imparable popularización encontró alguna trabas, pues sus efectos causaban recelos, llegando a ser prohibido en algunos lugares. Hoy en día es uno de los productos más consumidos en todo el planeta, y su producción y comercialización mueven cantidades enormes de dinero.
Uno de los principales países productores de café es Colombia. Allí existe una región denominada eje cafetero, donde abundan plantaciones con frutos como estos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario