Una técnica utilizada por los ladrones para asaltar los cajeros automáticos en Brasil es el uso de dinamita. Adquieren cartuchos en el mercado negro y con ellos revientan los cajeros para llevarse el dinero. Su falta de experiencia con explosivos provoca que a veces hayan llegado a destrozar una sucursal bancaria casi por completo. Para que esto no ocurra, y según contaba hace poco tiempo un reportaje de un canal de televisión brasileño, una banda llegó a alquilar una mina para poder realizar explosiones controladas y así calcular la cantidad de dinamita que debían usar en sus golpes.
Este cajero fue atacado hace algunas semanas en una gasolinera cerca de la localidad de Atibaia.
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