Durante la colonización de América, millones de africanos fueron arrebatados de sus lugares de origen y embarcados como animales rumbo a tierras americanas. Los que conseguían llegar con vida, eran vendidos como esclavos para trabajar en las minas y en las plantaciones principalmente.
Actualmente, y a excepción de los indígenas y sus descendientes, la población americana cuya piel no es blanca por completo, proviene de aquellos esclavos africanos.
Con ellos también llegaron al continente sus creencias y tradiciones, y su herencia está constantemente presente en las costumbres, en la comida, en la lengua, en las celebraciones y en multitud de aspectos de la vida cotidiana de la muchos países americanos.
En Brasil, esa huella africana es muy fuerte. Puede verse, por ejemplo, en la cantidad de conjuros y hechizos que se anuncian por la calle y que prometen recuperar al amor perdido, ganar dinero, conseguir trabajo... Por eso, no hay que extrañarse si un día normal te encuentras una escena como esta. Quizá ahora alguien tenga preso su corazón...
